Cada vez están más de moda, los llamados portabicicletas traseros o de portón. En este caso, van agarrados desde la parte superior del portón y caen en vertical sobre el mismo. En los más simples, las bicicletas van enganchadas a las horquillas y los de más calidad y seguridad, las bicis descansan en unos carriles de aluminio.
Podemos señalar como ventaja, que para vehículos altos es bastante cómodo el montaje y desmontaje de las bicis, y además este tipo de portabibis tiene un mínimo rozamiento, y por lo tanto, casi no tiene incidencia sobre el aumento de combustible. Como desventaja, no podemos olvidar su precio, sobre todo del modelo que tiene carriles sobre el que se apoyan las ruedas, ya que tiene un coste superior a la opción de techo.
Además los citados portabicis de portón, sólo se pueden colocar en determinados modelos de vehículos, y a veces , en los que se puede instalar, puede tapar las luces y/o la matrícula, algo que no está permitido, aunque siempre se puede subsanar este problema, poniendo una placa de luces independiente.
El tipo de portabicis, en el que las mismas, apoyan sobre una plataforma o carriles, van elevadas, y por lo tanto, salvan la luz y matrícula, pero tienen más coste que los otros en la que las bicis van sujetadas sólo desde arriba.